Salimos
de Vigo con la clara consigna de ser la avanzadilla que montase toda la
logística de arranque de actividade. Algo así como los “pardillos” de arranque
(evidentemente acepción cariñosa para animarnos a partir)
A
nuestra llegada fuimos recibidos por personal de Parque en el muelle de Rodas,
que nos llevaron el material al Camping Cíes. Una vez allí montamos las tiendas
de campaña, que nos servirán de estancia durante todo el verano; tanto a
nosotros como a futuros voluntarios.
Puesto
que el horario de trabajo esta semana fue de 10 a 15, tuvimos la tarde libre y
aprovechamos para ir a la playa. A día de hoy, jueves, podemos decir que ese
fue nuestro único día de sol.
Al
día siguiente, divididos en dos grupos, limpiamos playas y caminos principales
de las islas. Quedamos sorprendidos de todo lo que se puede encontrar allí.
Como esa tarde la opción de ir a la playa quedó
descartada, unos se dedicaron a conocer la isla y otros a jugar al parchís,
leer, etc.…
El
miércoles fue el día más duro, tanto por la climatología como por el trabajo
realizado, ya que tuvimos que colocar, entre chaparrón y chaparrón, paneles
informativos a “pico y pala” en varias zonas de la isla. Después de la dura
jornada laboral nos dimos un merecido homenaje de pescaditos en Casa Serafín.
Hoy
jueves un gran vendaval amenazaba nuestra jornada de trabajo. Después del
desayuno y preparados para lo peor, pertrechados con trajes de agua de los pies
a la cabeza, la mañana mejoró y pudimos realizar nuestra labor erradicando la
Capuchina (Tropaeolum majus L.) y
nuestra amiga la Tradescantia fluminensis
de la parte alta de la Playa de Nosa Señora. Durante la jornada muchos
visitantes se interesaban por lo que estábamos haciendo.
El
grupo ha compartido al cien por cien todas las actividades, papatorias,
cervecitas, juegos, risas, ronquidos y demás…
Nos llevamos una gran experiencia y unos cuantos kilitos de
más!!